"No quiero que se mate ningún chico más”. El que habla desde San Lorenzo, una ciudad industrial del sur de Santa Fé, es el legislador Rubén Bassani, autor de un proyecto de ley que busca regular la actividad del skate en esa ciudad. Lo que disparó el plan de Bassani fue un episodio triste: el sábado pasado, en una barranca de San Lorenzo, Matías Belnudo, de 16 años, se estrelló con su tabla contra un ciclista. Sin casco, Matías sufrió una fractura de cráneo por el golpe y murió al día siguiente en el hospital Baigorria de la ciudad.
En rigor, Matías iba en una tabla de longboard , una suerte de hermano mayor del skate, un poco más grande y, por eso mismo, capaz de desarrollar mayor velocidad. En ella los conductores pueden recostar su cuerpo boca arriba para deslizarse. Al igual que como hacen muchos chicos de la ciudad cada fin de semana, Matías se lanzó por una barranca (concretamente en la bajada de la calle Urquiza) y, tras perder el control de su tabla, impactó contra una bicicleta. Según testigos, Matías le venía gritando al conductor de la bicicleta para que se corriera, pero este no lo escuchó.
Su muerte causó impresión en muchos de los 50 mil habitantes de la ciudad. Por eso mismo, el legislador Bassani presentó un proyecto de reglamentación que incluye la prohibición del uso de skate y de longboard en lugares públicos. Como era de esperar, la iniciativa generó el rechazo de cientos de chicos que se verían impedidos de practicar este deporte, ya que en San Lorenzo solo es posible andar en skate en las calles. No hay, como en la Ciudad de Buenos Aires (ver recuadro) lugares específicos destinados a la actividad. La protesta de los jóvenes se hizo sentir, y las autoridades municipales los invitaron para participar en el debate del martes próximo en la Comisión de gobierno. “Nos propusieron buenas ideas y las vamos a tener en cuenta”, dijo a Clarín Bassani. “Van a venir los chicos y vamos a decidir esto entre todos”, concluyó.
Yo no creo que esa sea la mejor solución...
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