Sobre ruedas. Así suele transcurrir la jornada para las más de 200 personas de entre 8 y 35 años que, sobre sus monopatines, patines en línea y bicicletas BMX, se han dado cita en la Plaza de la Marina para disfrutar del evento Movistar Street Tour. Las sensaciones son muchas, pero la mayoría de estos equilibristas sobre ruedas coinciden en que la mejor de ellas es la descarga de adrenalina que sienten al hacer acrobacias sobre sus ya domadas monturas.
"El objetivo de este evento es ofrecer durante dos días un espacio de ocio a los jóvenes para que puedan divertirse y desarrollar sus inquietudes a través del 'skateboard', la bicicleta o el patinaje. Además, premiamos en metálico a los ganadores de las diversas modalidades", ha comentado Miguel Calderón, coordinador del evento.
Entre las calles de la ciudad sorprende encontrarse un inmenso 'halfpipe' de casi 4 metros de alto y 13,50 de ancho. Aún así, uno de los principales atractivos de este evento son los módulos de 'skate'. Gorras, ropa ancha...Todo un ambiente de cultura callejera, en la que no han faltado los graffitis.
A menos distancia del suelo, destaca una de las zonas más curiosas del recinto: el 'fingerskate'. Este espacio está formado por cinco circuitos donde se realizan competiciones con monopatines diminutos que se manejan con los dedos.
En definitiva, deportes de riesgo que no tienen reglas, pero sí una serie de requisitos: tener buena condición física y mental, llevar ropa cómoda, ser atrevido, no retroceder y superar el miedo para que la creatividad en los saltos, giros y otras acrobacias sean efectivas y lleguen a su destino.
Rampas, escaleras, bordillos o barandillas sirven como obstáculos. "Una tabla, bici o patines, el control del cuerpo y muchas horas de práctica y caerse en el asfalto hacen de estos deportes un estilo de vida", ha explicado Riki Navarro, presidente del Club de Monopatines de Málaga.
A sus 35 años es uno de los 'skaters' más conocidos y expertos en la ciudad. "Para mí es más que un deporte o una afición. Le dedico muchas horas desde los 12 años, incluso el monopatín se ha convertido en mi medio de transporte. Me siento seguro cuando practico esta actividad", ha añadido.
"El objetivo de este evento es ofrecer durante dos días un espacio de ocio a los jóvenes para que puedan divertirse y desarrollar sus inquietudes a través del 'skateboard', la bicicleta o el patinaje. Además, premiamos en metálico a los ganadores de las diversas modalidades", ha comentado Miguel Calderón, coordinador del evento.
Entre las calles de la ciudad sorprende encontrarse un inmenso 'halfpipe' de casi 4 metros de alto y 13,50 de ancho. Aún así, uno de los principales atractivos de este evento son los módulos de 'skate'. Gorras, ropa ancha...Todo un ambiente de cultura callejera, en la que no han faltado los graffitis.
A menos distancia del suelo, destaca una de las zonas más curiosas del recinto: el 'fingerskate'. Este espacio está formado por cinco circuitos donde se realizan competiciones con monopatines diminutos que se manejan con los dedos.
En definitiva, deportes de riesgo que no tienen reglas, pero sí una serie de requisitos: tener buena condición física y mental, llevar ropa cómoda, ser atrevido, no retroceder y superar el miedo para que la creatividad en los saltos, giros y otras acrobacias sean efectivas y lleguen a su destino.
Rampas, escaleras, bordillos o barandillas sirven como obstáculos. "Una tabla, bici o patines, el control del cuerpo y muchas horas de práctica y caerse en el asfalto hacen de estos deportes un estilo de vida", ha explicado Riki Navarro, presidente del Club de Monopatines de Málaga.
A sus 35 años es uno de los 'skaters' más conocidos y expertos en la ciudad. "Para mí es más que un deporte o una afición. Le dedico muchas horas desde los 12 años, incluso el monopatín se ha convertido en mi medio de transporte. Me siento seguro cuando practico esta actividad", ha añadido.
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